En «The Pragmatic Programmer: From Journeyman to Master» se habla sobre lo que significa ser un programador pragmático, aquel que se enfoca en encontrar soluciones efectivas y prácticas a los problemas, en lugar de adherirse a una sola tecnología o filosofía de programación.
Los programadores pragmáticos son flexibles, están abiertos a nuevas ideas y dispuestos a aprender de sus errores para mejorar su trabajo.
Los autores, Andrew Hunt y David Thomas, mencionan una variedad de técnicas y prácticas que pueden ayudar a los programadores a mejorar su habilidad y eficiencia en el desarrollo de software.
En esta ocasión se detallan cinco técnicas mencionadas en el libro:
- La regla DRY (Don’t Repeat Yourself): este principio explica que no se debe duplicar información en diferentes partes del código, sino que se debe utilizar una única “fuente de verdad”.
- La regla KISS (Keep It Simple, Stupid): esta práctica indica que el código debe ser simple y fácil de entender, y que se deben evitar soluciones complicadas y excesivamente elaboradas.
- La programación en pareja (pair programming): este enfoque sugiere que dos programadores trabajen juntos en una tarea, compartiendo un mismo equipo y una misma pantalla, con el fin de mejorar la calidad del código y reducir los errores.
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- La refactorización: este proceso consiste en la modificación del código existente para mejorar su legibilidad, comprensión y rendimiento, sin cambiar su comportamiento.
- Depuración del patito de goma: es un enfoque de depuración de código que consiste en explicar línea por línea lo que hace el programa a un objeto físico, como un patito de goma, para detectar errores y encontrar soluciones.
Estos son solo algunos ejemplos de los métodos y prácticas que se mencionan en «The Pragmatic Programmer». El libro está lleno de consejos y técnicas prácticas que pueden ayudar a los programadores a mejorar su trabajo y su habilidad en el desarrollo de software.